"Me veo obligado por razones de conciencia a hacer público este documento"
Testimonio
y responsabilidad ante la historia
Testimonio
y Responsabilidad ante la historia
Me
veo obligado por razones de conciencia a hacer público este documento, donde
expongo una serie de consideraciones respecto al cumplimiento de mi deber como
militante de la causa del socialismo y su relación con lo que han sido mis
últimas actuaciones como servidor público. Habiendo sido Ministro por tanto
tiempo es mi deber rendir cuentas al país.
Mi
activa participación en la revolución bolivariana ha venido acompañada de
periódicas publicaciones de resúmenes de las actividades y responsabilidades
que asumí bajo el mandato del Presidente Chávez. Súmese a los constantes
ejercicios de propuestas y evaluaciones que signaban la labor de los Ministros
con nuestro Comandante. Al poner fin a mi participación Ministerial sumaré a
mis testimonios escritos mencionados una exposición de las circunstancias en
que se desempeñó mi trabajo desde la partida a la Habana del Comandante en su
última crisis de salud hasta el día de hoy, donde paulatinamente se perfilaron
los contornos de una nueva propuesta, en gestación, cuya matriz conceptual está
por aclararse.
Simbología
de una relación
Como
primera consideración debo dejar sentado el camino recorrido de manera conjunta
con el Comandante Chávez, desde el mismo momento en el cual nos conocimos en la
Cárcel de Yare, el 26 de marzo de 1993. A tal efecto, narro en anexo, nuestro
encuentro inicial y los sentimientos y respeto que me ligaron a esta persona
que fue capaz de inmolarse por y para el pueblo venezolano. 1 A
lo largo de esas casi dos décadas de permanente colaboración, como verdadero
compañero de viaje, nos tocó un intenso vínculo de carácter ideológico,
personal, y programático, reconociendo siempre en él las dotes de un conductor
de pueblos, con posiciones desde las cuales pudimos compartir un trato de
permanente respeto teniendo en cuenta las diferencias entre los dos modos de
percibir la existencia humana, y la forma como debía o podía construirse un
cambio social profundo y radical en Venezuela, orientado después que él lo
declaró como camino y diseño de una sociedad socialista. Las diferencias que
surgieron a lo largo del tiempo, primero con la despedida del gobierno por
parte de mi persona luego del Golpe de Estado de abril del 2002, o con la
renuncia que le presenté en diciembre de 2007 luego de una severa diferencia de
concepto y comprensión de un grave problema que se venía confrontando; sin
embargo, tales desencuentros no fueron nunca obstáculos para mantener vínculos
de afecto, respeto y plena colaboración, reconociendo los roles que a cada
quién le ha tocado en este proceso de los últimos veinte años, antes de su
fallecimiento, el 5 de marzo de 2013.
Como
líder de este proceso bolivariano, como compañero de viaje, como amigo, siempre
primó entre nosotros la búsqueda de un mundo mejor, más justo para la mayoría
del pueblo venezolano, y más allá de nuestras fronteras, el encontrarse con la
utopía del sueño bolivariano, de la Patria Grande por la que dieron su esfuerzo
y hasta la propia vida, como terminó inclusive con la del propio Comandante
Chávez. Un estilo de colaboración que resultó prolijo en resultados, en el
marco de nuestra permanente colaboración para la construcción del Proyecto
Nacional ¨Simón Bolívar¨, fue la elaboración de propuestas tanto teóricas como
prácticas, en el diseño de modelos y mapas, tácticos y estratégicos, que
orientaran al pueblo venezolano en términos de programas y planes para
concretar sus justos anhelos para su desarrollo. Allí están las muestras en
cantidad de documentos públicos y otros que la historia se encargará de
hacerlos conocer, que resultaron de la acción generosa de tantas personas, bajo
la guía del Comandante Chávez y los aportes que se pudieron hacer en esa
dirección programática. Documentos que tuvieron un primer importante encuentro
en la llamada ¨Agenda Alternativa Bolivariana¨ presentada en julio de 1996,
como un documento que permitió seguir elaborando posteriormente los programas
de gobierno y los planes de la Nación, en un camino que concluyó en la
elaboración última del Programa de la Patria, presentado al electorado con
motivo de la candidatura para su reelección como Presidente de la República el
11 de junio del 2012.
A
comienzo del año 2013 entregué al entonces Vicepresidente Maduro un documento
preparado a pedido del Presidente Chávez, que planteaba lo acordado con él como
programa de acción para el nuevo período presidencial. Se iniciaba con una
síntesis de lo logrado y una estrategia de acción, la que copio:
¨Orientación
de la política económica pública en el inicio de un nuevo período
presidencial¨.
Una
mirada hacia atrás nos permite identificar tres grandes objetivos que se
propuso y logró nuestro proceso revolucionario.
- Sacar del estado de abandono a importantes grupos
desprovistos de las herramientas para superar graves privaciones
materiales, culturales, de participación que les aquejaban. No le pareció
al Gobierno ético no movilizar y transferir recursos a esos grupos tantas
veces postergados y tratar de satisfacerlos con promesas para el
futuro.
- Desmontar la máquina de poder que tenían
instalados los grupos externos e internos y que les habían permitido
manejar a su favor el Estado y entre otros logros usufructuar en alta
medida del excedente petrolero. Es posible ilustrarlo con la recuperación
de PDVSA, de las concesiones petroleras, del Banco Central, del control
del Comercio Exterior, de la tierra en poder del latifundio y de las
comunicaciones públicas. Alinear a las FANB con los intereses populares y
dotarlas de capacidad efectiva para defender los intereses del país frente
a los intereses externos.
- Crear un aparato público que en lo productivo
dominara sectores claves de la estructura productiva, tales como insumos
básicos, exportaciones de minerales, puntos clave del abastecimiento
popular. Fortalecer paulatinamente las capacidades del sector público en
su función de planificación y ejecución de la inversión productiva, en el
manejo de empresas públicas y la formulación y puesta en ejecución de
programas y políticas públicas diseñadas para construir una nueva
organización social.
El
camino de desarmar y construir es arduo. La construcción del socialismo
históricamente siempre ha constituido un desafío notable. En nuestro camino
debimos enfrentar un Golpe de Estado, un sabotaje petrolero, y un ambiente
externo hostil.
En
este camino del proceso bolivariano era crucial superar el desafío del 7 de
octubre de 2012, así como las elecciones del 16 de diciembre de ese mismo año.
Se trataba de la consolidación del poder político como un objetivo esencial
para la fortaleza de la revolución y para la apertura de una nueva etapa del
proceso. La superación se consiguió con un gran sacrificio y con un esfuerzo
económico y financiero que llevó el acceso y uso de los recursos a niveles
extremos que requerirán de una revisión para garantizar la sostenibilidad de la
trasformación económica y social.
Cabe
citar:
- Ingentes recursos dedicados a la Seguridad
Social.
- Mejorar la calidad de vida de la mayoría de los
venezolanos vía gastos del sector público.
- Importantes subvenciones a servicios públicos de
primera necesidad (alimentación, electricidad, combustibles, agua,
trasporte, bienes de consumo masivo, servicios de vivienda)
- Lograr el acceso a los recursos necesarios con un
aumento sustancial del endeudamiento de PDVSA y endeudamiento interno del
Gobierno Central, y con endeudamiento externo moderado.
- Mantener la tasa de cambio que favoreció las
importaciones y redujo las exportaciones, ya limitadas de la economía
privada.
- Subvención a empresas públicas con grandes
déficits operacionales para velar en el corto plazo por el empleo y los
salarios de quienes allí trabajan.
El
Presidente nos ha llamado a revisar nuestra acción, superando ineficiencias, y
haciendo los sacrificios que fueren necesarios para sentar el funcionamiento de
la sociedad sobre bases sólidas. (Fin de la cita).
Pilares de la
construcción del gobierno bolivariano durante el gobierno del Presidente
Chávez.
Como
uno de los pilares en la construcción del gobierno bolivariano, se encuentra la
unión cívico militar, la cual se desarrolla de manera clara a partir de la
explosión popular de febrero de 1989, donde el pueblo salió a la calle
indefenso y fue masacrado, y las rebeliones militares de febrero y noviembre de
1992, donde jóvenes militares empuñaron las armas sin un apoyo popular. Fórmula
esta que debe prevalecer en el tiempo, la unión del pueblo y de su Fuerza
Armada, si no se quiere volver atrás en los tiempos de la Cuarta República. La
confluencia entre un pueblo desarmado intentando hacer valer sus derechos y la
organización armada del pueblo encapsulada durante tanto tiempo, el de la
Cuarta República en los cuarteles, se ha venido modificando a lo largo de estas
últimas décadas, posteriores al grito popular de febrero de 1989, y a las
rebeliones militares de febrero y noviembre de 1992. Con esa unión que debe ser
perdurable en el tiempo como condición necesaria, que junto al legado del
Comandante Chávez, la generación de un liderazgo político colectivo que una a
las bases del pueblo y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Esa unión
profesada, practicada y cultivada hasta la saciedad por el Comandante Chávez,
debe mantenerse si se quiere preservar la independencia nacional, la lucha
contra el imperialismo norteamericano y la conspiración de aquellos sectores
súbditos de dicho imperio, y definitivamente por los sueños de conquistar la
Patria Grande por los cuales lucharon y murieron nuestros Libertadores. El
delicado equilibrio en la relación logrado por el Comandante Chávez y su
talento de conductor le permitía hacer primar la convicción por pedagogía
popular antes que la decisión autoritaria.
Otro
elemento que ha funcionado como pilar soporte del gobierno bolivariano, ha sido
la relación entre el Jefe de Gobierno y sus Ministros, imbuidos en una dinámica
que ha tenido que pasar primero por un Golpe de Estado en abril del 2002, y un
sabotaje petrolero posterior con ingentes pérdidas humanas y materiales, al
tener que confrontar a una tecnocracia que manejaba el campo de los
hidrocarburos como un Estado dentro del propio Estado, siendo ella la que ha
acaparado una cuantía de recursos provenientes de la renta petrolera, calculada
entre un 15 y un 17%, que en buena parte nadie produce y todos la quieren
captar. Este pilar de la estructura económica nacional sigue siendo y lo será
por un tiempo el factor que dirime el uso de la renta y su distribución que ha
alcanzado un monto dedicado a la inversión social, calculado en unos 650 mil
millones de dólares, para el período 1999-2013.
Un
tercer elemento de esos pilares, lo constituye la permanente evaluación
estratégica que se mantuvo con el Comandante Chávez, a lo largo de todo su
gobierno en sus diferentes etapas y a distintos plazos. Combinar lo táctico y
específico de las situaciones de gobierno, con la visión de mayor horizonte
temporal fue una constante en las relaciones y análisis del gobierno
bolivariano de quienes hemos trabajado al lado del Presidente Chávez, su
involucramiento en la elaboración siempre fue estímulo para quienes debíamos
satisfacer sus continuas exigencias y alcances. Bastaba observar su dedicación
más que integral al trabajo, a la lectura, a la crítica, al proceso de
innovación y creación, tanto que descuidó su salud para llegar a una entrega
total y absoluta con el compromiso que había adquirido desde muy joven en sus
tiempos de cadete o deportista a todo empeño. Nada importante escapaba a su
interés y al intercambio de opiniones con sus Ministros y principales
colaboradores. No pedía, exigía opiniones y propuestas, y como las comentaba.
Un
cuarto elemento, se refiere a la corrección de los desajustes y lecciones de la
experiencia que se consideraban a lo largo de estos 15 años de gobierno, con un
lenguaje claro y sincero, ante el pueblo venezolano, el Comandante Chávez fue
capaz de plantear de manera directa y descarnada los problemas y dificultades
que se presentaban ante el país, la veracidad de sus posiciones, la crudeza de
observar los momentos más difíciles, junto a la verificación del uso limitado
de recursos ha permitido avanzar y consolidar el pago de la deuda social y la
defensa de los derechos de los más necesitados de la población venezolana. Le acompañé
en políticas difíciles y pude palpar su valentía para afrontar los desafíos,
como fue por ejemplo la política del 2009-2012, que acomodó el gasto a los
recursos petroleros. El Comandante Chávez no evadía, resolvía.
Como
quinto pilar es necesario mencionar la preparación de la última campaña
electoral del 7 de octubre, antes y después de la misma y lo que se estaba
jugando con ella ante la arremetida de los grupos fascistas del país y sus
aliados en el campo del gobierno norteamericano, quienes en el fondo no pueden
permitir que este proceso político social tenga éxito y por tanto tratan de
desestabilizarlo internamente, al unísono que buscan aislar al gobierno
bolivariano a nivel mundial.
Finalmente,
como último, pero no menos importante se encuentra el protagonismo profundo y
verdadero del pueblo venezolano en las decisiones del gobierno, tal de
confirmar la necesidad de alcanzar un radical proceso de transformación
político, social, económico y cultural. Ante la crisis del capitalismo actual,
debe adoptarse una estrategia todo menos que defensiva, lo cual terminaría por
poner en riesgo el futuro de nuestro país.
La
crisis de salud del Presidente Chávez
Los
primeros síntomas de ruptura que han conducido a la situación actual, con la
naturaleza y el estilo de la toma de decisiones se comenzaron a manifestar en
la medida en que la salud del Presidente se vino haciendo cada vez más
complicada, la ausencia de un contacto directo con su persona, y las
permanentes mediaciones a través de algunos en particular hicieron cada vez más
distante, la toma de decisiones, su contenido y el tiempo para ser llevadas a
la práctica. Con la ausencia del Presidente Chávez y las escasas reuniones
sustantivas del Consejo de Ministros me llevaron a la elaboración de una serie
de documentos para alertar acerca del estado de las situaciones, el alcance de
los problemas que se enfrentaban y las soluciones a tomar. Me tocó, durante su
estadía en La Habana, elaborar y hacer llegar un documento al Presidente Chávez
a raíz del aumento del endeudamiento del país en moneda extranjera, cuestión
que positivamente fue tomado en consideración, paralizando un mecanismo
perverso de obtención de recursos que venían dilapidados a través de un
mecanismo para la obtención de divisas denominado como SITME. 2
Un
segundo documento se preparó como resultado de la única reunión que se pudo
realizar con el Presidente Chávez como Consejo de Ministros el 20 de octubre de
2012. 3 Como
reflejo de los planteamientos del Presidente Chávez y como un cierre del ciclo
anterior, presenté un documento que no fue posible entregárselo directamente a
él luego del dramático anuncio del recrudecimiento de su enfermedad y la
necesidad de someterse a una nueva operación en La Habana, dicho documento se
lo entregue a Nicolás Maduro, el 9 de enero de 2013, haciéndole ver la
necesidad de asumir la gravedad de la situación planteada y las medidas que se
estaban considerando luego del triunfo electoral del 7 de octubre del 2012. Los
párrafos citados anteriormente corresponden a las dos primeras páginas de ese
documento. 4
Con
la entrega del anterior documento a Nicolás Maduro, para la fecha en sus
funciones de Vicepresidente Ejecutivo y nominado por el Comandante Chávez en
las circunstancias que pudieran ocurrir como candidato a sustituirlo,
comenzaron a observarse modificaciones en cuanto a la direccionalidad del
proceso bolivariano, a la viabilidad económica financiera inmediata por efecto
de la creciente dependencia de los ingresos petroleros, el crecimiento de las
obligaciones del gobierno en términos del aumento de la burocracia y los justos
compromisos para atender a los pensionados y jubilados, la imposibilidad de seguir
manteniendo niveles de inflación que para la fecha aún se mantenía por debajo
del 20%, tendencia sobre la cual debían tomarse medidas, el problema
estructural de la agricultura y la electricidad, de los precios relativos y las
relaciones entre crecimiento e inflación.
Se
planteó a su vez la necesidad de construir un liderazgo político colectivo para
hacerle frente a la relativa ausencia del Presidente Chávez y sus preocupantes
condiciones de salud, ya anunciadas por él mismo en su alocución del 8 de diciembre.
La urgencia de una mayor y más profunda articulación del sector militar con el
pueblo venezolano, el peligro de tratar de imitar el comportamiento del
Comandante Chávez en cuanto a la política comunicacional, el desconocimiento
del hecho económico sobrepuesto a la voluntad política, las decisiones
inconsultas con el equipo económico financiero que tendían a crear un nuevo
estilo de gobierno, la injerencia de una asesoría francesa que nada tenía que
ver con la situación que vivía el país, las nominaciones realizadas en CADIVI
cambiando las medidas anteriormente sugeridas en reuniones a tal efecto, el
tratar de modificar el proceso de subasta que estaba en curso sin un fundamento
racional, la delegación de la responsabilidad de lo económico antes de la fecha
de las elecciones del 14 de abril luego del lamentable fallecimiento del
Presidente Chávez el 5 de marzo de 2013.
Todo
ello vino precedido por la solicitud de un documento pedido por el Comandante
Chávez en su lecho de enfermo que se pudo terminar en un borrador el día 2 de
marzo de 2013, documento que fue discutido con Nicolás Maduro y un equipo de
Ministros y que le fuera entregado en fecha del 2 de marzo de 2013. 5 Este
documento por supuesto, no pudo conocerlo el Comandante Chávez, tanto por el
progresivo empeoramiento de sus condiciones de salud, como por el tiempo que
tuvo su elaboración, quedando el documento en cuestión, como un referente para
la acción de gobierno una vez que se procediese a las nuevas elecciones
presidenciales que se dieron el 14 de abril de 2013. Lamentablemente las cosas
fueron tomando un nuevo rumbo con la desaparición física del Comandante Chávez
y el comportamiento de las instituciones que se encontraban bajo su control
como PDVSA y el BCV, comenzaron a aparecer signos de independencia que se
agravaban con la caída de los aportes al fisco fruto del actuar independiente
del gobierno central de PDVSA guiada por sus intereses y problemas particulares,
al unísono que se tomaban decisiones de gasto público ajenas a un control
presupuestario. Cuestiones estas que fueron agravando la situación financiera
del país sometido a una campaña desestabilizadora en lo interno y de
aislamiento en lo externo.
Con
la campaña electoral en plena ejecución desarrollada se empezaron a notar
elementos muy diferentes a la solidez del liderazgo del Presidente Chávez,
mostrando debilidades y diferencias notables en cuanto a su ejecución, los
resultados obtenidos favorables al proceso bolivariano, sin embargo no fueron
sometidos a un severo y crítico análisis ni por parte del gobierno, ni tampoco
por las organizaciones políticas y sociales que acompañaron la solicitud de
apoyo a Nicolás Maduro. Esta actitud acrítica en una situación política cada
vez más complicada, enfrentando a una oposición política de neto carácter
fascistoide, con notable injerencia de factores ajenos al proceso bolivariano
que se venía construyendo, no han hecho más que profundizar los ataques a
dirigentes revolucionarios, incluyendo la misma figura del Presidente electo
quién ha sido sometido a una campaña de descrédito personal y político. Todo
ello como parte de la grave coyuntura que vive Venezuela después de la
desaparición física del Comandante Chávez, sin duda difícilmente reemplazable y
menos aún de ser copiada en su estilo por la originalidad y entrega al pueblo
venezolano. La preservación y desarrollo del ¨legado de Chávez¨ se presenta
como un patrimonio del proceso de cambio y construcción de una sociedad
socialista para Venezuela, dicho legado no puede ser confiscado a nombre del
propio Chávez ni pretender ser el actual Presidente su único destinatario y
delegado.
Distanciamiento en las
relaciones con el nuevo Presidente
El
distanciamiento de las relaciones con el Presidente electo Nicolás Maduro,
comenzó en primer lugar con mi reclamo por la interferencia de unos asesores
franceses en la operación del Ministerio de Planificación y Finanzas. 6 En
el documento denominado ¨Contraofensiva económica¨ y en otros se documenta de
manera detallada la crisis que produjo la subasta de divisas dentro del proceso
de la creación del Órgano Superior de Administración de Divisas. La actitud por
demás absurda por el candidato en ese momento a la Presidencia de la República
marcó el sentido de una incomprensión del hecho económico, agobiado tal vez por
el avance de la campaña electoral previa al 14 de abril y la grave decisión de
desvincularse de la dirección de la economía nacional, la cual estaba
atravesando momentos difíciles y de alta complejidad. Todo ello me llevó a
escribir una ¨Carta abierta¨ redactada pocos días antes de las elecciones del
14 de abril, 7 cuyo
texto fue conocido por algunas pocas personas a quienes alertaba sobre la
gravedad de la situación económica y política del país y sus consecuencias en
plazos breves, tales como el desabastecimiento. Luego en las elecciones el
pueblo venezolano honró el pedido del Presidente al nominarlo como posible
candidato si alguna causa desavenida pudiese ocurrir. El pueblo venezolano
igualmente acudió a cumplir de manera disciplinada la petición formulada por su
líder indiscutible.
Nuevas
responsabilidades
El
Presidente Nicolás Maduro en acto celebrado en el Teatro ¨Teresa Carreño¨
anunció su nuevo equipo de gobierno el día 22 de abril del 2013, en dicho grupo
definió mi participación como Ministro de Planificación y VicePresidente de
Planificación Estratégica. Nuevas responsabilidades con viejos temas, ahora en
una coyuntura cuanto más compleja y complicada. El nombramiento recibido
significa una gran responsabilidad a través de la cual se podría poner al día
el fruto y las lecciones de la experiencia que se ha tenido desde el 2 de
febrero de 1999, cuando se inició el gobierno bolivariano con el Comandante
Chávez, a tal efecto se preparó un documento que contiene una conceptualización
de la actividad de planificación, 8 en
el contexto del Estado venezolano en su fase actual de desarrollo, bajo la
perspectiva de una sociedad que tiene como norte el socialismo. Se considera a
la planificación como una actividad transustanciadora, que
debe contribuir como mecanismo ex ante a
la ordenación y racionalización de la sociedad venezolana. Modelo de
acumulación, definido en cinco aspectos: el primero la modificación de la base
productiva del país buscando una mayor democratización del poder económico.
Segundo, El cambio en el rol del Estado, para lograr que el proceso acumulativo
se oriente a la satisfacción de las necesidades básicas de la población y a la
defensa de la soberanía. Tercero, la incorporación de mecanismos de autogestión
productiva a nivel colectivo. Cuarto, La utilización de una planificación
democrática como mecanismo regulador de las relaciones productivas, y Quinto,
La ubicación autónoma del país frente a la internacionalización del sistema
capitalista. Y cuanto al modelo de desarrollo, alcanzar una revolución política
ligada al establecimiento de nuevas relaciones de poder que defienda los
intereses de los sectores populares y los pequeños y medianos productores del
campo y la ciudad, tal de establecer un nuevo bloque hegemónico. 9
Con
el inicio de la nueva responsabilidad se comenzaron a elaborar una serie de tesis
en diferentes aspectos importantes de la realidad actual y futura del país,
tales como: las exportaciones, el sector eléctrico, el sector manufactura, la
creación del Banco del Sur, los resultados de la primera subasta del SICAD, el
balance energético, la política de endeudamiento, la cooperación internacional,
los servicios públicos, la producción agroalimentaria, las reservas
internacionales, una propuesta estratégica para MERCOSUR, las metas y proyectos
del II Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación, propuestas todas
estas y recomendaciones que simplemente fueron diferidas en respuesta escrita
del Presidente a pesar de la urgencia e importancia de muchas de ellas.
Adicionalmente,
se incorporaron las actividades de muchos Ministerios como forma de
materializar la actividad transustanciadora de
la planificación como demostración palpable del contenido que se le quiere dar
a la actividad, lo cual fue siempre una actividad realizada con la
participación del propio Presidente Chávez, quién las estudiaba, las analizaba
y al final tomaba las decisiones que eran pertinentes.
Manejo
de la gestión de gobierno
Desde
que el Presidente Maduro asumió el cargo pronto anunció el nuevo conjunto de
medidas en el área económica. Si bien el acto con mayor impacto político
mediático pareció ser la devaluación, el resto de los anuncios, un aluvión de
gastos, me hizo dudar acerca de la medida en que se había aceptado el
estructurado conjunto que yo le había presentado. En este ambiente confuso, una
de mis preocupaciones centrales fue el avanzar en la dirección de ajuste a un
nuevo escenario marcado por el incremento nuclear de la eficiencia y lucha a la
corrupción tan claramente anunciado por el presidente Chávez antes y después de
su elección.
Dos
frentes ocuparon mi preocupación. El primero atacar la corrupción frenándola
por un nuevo control de los grandes fondos del Estado. El segundo introduciendo
nuevos mecanismos de manejo en el gasto público que le permitieran retornar a
causes sostenibles en el tiempo.
Para
el primer frente me fue posible avanzar en la propuesta de dos medidas
asociadas a un gran fondo del país, marcado por la opinión de los agentes del
Comercio exterior como un foco de corrupción: el CADIVI y su mecanismo asociado
el SITME. Nicolás Maduro acogió en ese ámbito una de las 2 medidas que le
propuse. La creación de un Comité que aprobaría los permisos de uso de divisas
a los precios privilegiados que el Estado otorgaba para las importaciones
básicas para la economía y el reemplazo del SITME por el SICAD. La segunda
consistente en mi nombramiento como la autoridad del CADIVI, para aprovechar el
peso del Ministro de Planificación y Finanzas, en la instauración de un
funcionamiento transparente. Medida esta que él no aceptó. Prefirió una dispersión
del mando.
Una
potencial nueva actitud en los nombramientos ni siquiera tuve oportunidad de
planteársela al Presidente. Se trataba de efectuar los nombramientos de
dirección en los grandes fondos financieros del Gobierno, (FONDEN,
Fondo Chino, Tesorería, Bco. Exterior, BIV), teniendo presente la necesidad de
romper con la percepción de corrupción en el manejo de esos fondos. Me parecía
necesario hacer un recuento de figuras de la revolución
que el país considerara símbolos de lo impecable en el manejo de fondos públicos. No
era necesario ni juzgar ni vetar a otros candidatos. Era partir por lo positivo
y sano.
En
el segundo frente la propuesta de una reducción del gasto público real que
acogiera las prioridades de defensa del poder de compra de los grupos más
vulnerables y la corrección de derroches y corrupciones, por la vía de una
medida de asignación del gasto público que se otorgaría crecientemente contra
un calendario de gastos acompañado de indicadores de éxito que facilitarían una
expansión gradual y un freno a los gastos que no cumplieran con sus compromisos
de logros. En esta área no solo no se aprobó lo propuesto, sino que se inició
una nueva oleada de grandes gastos sin los requisitos diseñados, y con el
agravante de los gastos aprobados por el ¨Gobierno de calle¨, decididos sin
estudio previo, improvisados de hecho. La suma de estos gastos no se ha
presentado como un todo, salvo la necesidad de que la Asamblea Nacional
aprobara una maciza ampliación del presupuesto público.
El
recuento presentado debe interpretarse como un intento de revivir en el ámbito
de los que hemos participado en el proceso de la revolución bolivariana los
mecanismos de confrontación de ideas y trabajo conjunto bajo una dirección
respetada por todos. Es también una forma de crítica a la situación actual,
identificando la medida en que se aparta de lo construido en los 20 años
previos.
Resulta
doloroso y alarmante ver una Presidencia que no transmite liderazgo, y que
parece querer afirmarlo en la repetición, sin la debida coherencia, de los
planteamientos como los formulaba el Comandante Chávez, y en el otorgamiento de
recursos masivos a todos quienes lo solicitan sin un programa fiscal encuadrado
en una planificación socialista que le de consistencia a las actividades solicitantes.
A la vez la política frente a los agentes privados es al menos confusa y las
presiones de esos agentes parecen abrir camino a la reinstalación de mecanismos
financieros capitalistas que satisfagan los intentos de recapturar excedente
petrolero por la vía financiera. A la luz de estos hechos surge una clara
sensación de vacío de poder en la Presidencia de la República, y concentración
en otros centros de poder, destruyendo la tarea de instituciones como el
Ministerio de Finanzas y el Banco Central, y dando por hecho consumado la
independencia de PDVSA del poder central.
En
particular, los desafíos que genera el apetito externo, y en particular de
quienes pugnan por ganar terreno en la explotación del petróleo y en la
expansión de la capacidad productiva del sector, esta última el negocio de
mayor magnitud en la historia del país, y en los empréstitos en que se
embarcara PDVSA, no se pueden enfrentar con una empresa pública autónoma, ni
con una política externa no meditada y consensuada en el seno de las
instituciones políticas bolivarianas.
Otro tanto sucede con los desafíos
políticos internos, donde un esfuerzo disperso y dispendioso en recursos no
parece ser la mejor forma de enfrentar a una oposición crecientemente
articulada con los enemigos externos. La improvisación de cuadros sin
experiencia y designaciones poco adecuadas para el manejo de los grandes fondos
del Estado pone en jaque la unidad de los cuadros bolivarianos.
Finalmente,
en términos de la elaboración de algunos documentos debemos mencionar entre
ellos, algunos solicitados por el propio Presidente Nicolás Maduro, el primero
relativo al Mapa Estratégico Internacional10 el cual fue entregado en
su oportunidad al Canciller de la República, Elías Jaua Milano para su
consideración y análisis. El segundo documento se refiere al análisis
estructural de la economía nacional, con el nombre de ¨Elementos para la
construcción de una Agenda Productiva Socialista Bolivariana¨. 11 Adicionalmente,
se elaboró un documento sobre la coyuntura económica actual denominado
¨Propuestas para la coyuntura económica 2014¨, 12 material
que fue entregado al Presidente de la República y algunos Ministros, y luego
consignado ante la Comisión Central de Planificación. Estos últimos documentos
son propuestas acerca de la política económica de corto plazo, como la de
mediano plazo relacionada con la ejecución del Plan de la Patria 2013-2019. En
el caso del Mapa Internacional, se sigue aplicando aquellos trabajos que se
iniciaron en Yare y que continuaron en conjunto con el Comandante Chávez, luego
de la salida de ese recinto el 26 de marzo de 1994.
Antes
de concluir con este testimonio y al asumir las responsabilidades ante la
historia de este país, las cuales nunca he evadido, ni evadiré jamás, quiero
reafirmar que continuaré luchando por la independencia de Venezuela y la del
continente latinoamericano y caribeño, con la misma constancia que lo he hecho
desde que decidí empuñar las armas contra la dictadura oprobiosa de Trujillo,
siendo aún estudiante de ingeniería en la Universidad Central de Venezuela, en
1959, y en ese territorio donde nací, San Francisco de Macorís, lugar donde
llegaron mis padres y mi hermano al salir de un campo de concentración en
Francia, como exilados, luego de haber participado mi padre como digno miembro
de la Brigada Internacional ¨Garibaldi¨, allá en territorio ibérico defendiendo
los ideales de la República Española.
Opto
de esta manera, por seguir asumiendo responsabilidades en mi existencia, como
lo he hecho siempre, dejando este testimonio personal, pero lo que no puedo
hacer es ser partícipe de otras circunstancias y decisiones en las cuales no se
actuó de acuerdo a mi conciencia y a la de mis más profundas convicciones.
Luego de la muerte del Comandante Chávez, como se expresa en esta nota, decidí
seguir colaborando en el gobierno, en el lugar que se me asignó, poniendo
siempre por escrito a la dirección política del proceso, no solo mis
discrepancias, sino también propuestas concretas, que ni siquiera fueron
comentadas, pero que son hoy aval de mi comportamiento y mi lealtad a la
revolución. En estas circunstancias prefiero apegarme a la frase atribuida al
gran escritor universal José Saramago, ¨ mientras
más viejo más libre, y mientras más libre más radical¨.
1 Ver
¨Chávez, figura controversial y polémica¨. Publicado en Trilogía
de lo Cotidiano. (Caracas. Editorial Vadell Hermanos. 2007). Tomo III.
pp. 217-225. Adicionalmente ver Impresiones de lo Cotidiano 2013.
3 Hugo
Chávez Frías. Golpe de Timón. Primer
Consejo de Ministros del nuevo ciclo de la Revolución Bolivariana. (Caracas.
Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información. Abril
2013). pp. 9-13.
4 Orientación
de la política económica pública en el inicio de un nuevo período presidencial. Mimeo.
Diciembre 2012.
6 Creación
del Ministerio de Planificación y Finanzas. Razones y desarrollo. Folleto
relativo a documentos de la actuación realizada. Véase en particular, la
publicación ¨ Presupuestos y Memorias. 2010-2013.
8 De
la Planificación imposible a la Improvisación permanente. Retos y desafíos del
proceso bolivariano . Mimeo. Agosto 2013.
9 Ver
Jorge A. Giordani C. La transición venezolana al socialismo. (Caracas.
Vadell Hermanos Editores. 2009). p. 22.
Rebelión
ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia
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